En el siempre entretenido escenario político de Chihuahua, los protagonistas no dejan de sorprendernos. Esta semana, el PAN chihuahuense recibió dos sacudidas: una en pants y otra en traje.

Comenzamos con el caso de Juan Pedro Santa Rosa, exdirector del Instituto Chihuahuense del Deporte durante la administración panista. Ya fue vinculado a proceso por peculado, acusado de desviar 250 mil pesos destinados a becas para deportistas y entrenadores. Pero eso no es todo: enfrenta otra causa penal por presuntamente haber creado una empresa (sí, suya) y luego haberla contratado desde el mismo Instituto para ofrecer servicios de promoción deportiva. El pago por esta joya de conflicto de interés fue de casi 600 mil pesos. Al parecer, en el PAN de Chihuahua la jugada no era ganar medallas, sino contratos.

Mientras tanto, en el terreno municipal, el alcalde Marco Bonilla sigue jugando su propia disciplina: la interpretación libre del derecho. En declaraciones recientes, defendió el actuar de la policía municipal que entró sin orden judicial a una casa particular, golpeó y detuvo a personas por estar haciendo “escándalo”. Según Bonilla, eso constituye un delito y por tanto fue flagrancia. Es decir, si pones música alta o discutes en casa, prepárate: el Código Penal Bonillista autoriza entrar por la fuerza. Porque para este alcalde, las faltas administrativas ya son delitos si le incomodan lo suficiente.

Y por si no bastara con su creatividad jurídica, Bonilla también sigue sin aclarar la compra a precio ganga de su residencia en el fraccionamiento Bosques del Rejón. Una casa valuada comercialmente en 17 millones de pesos, que según el alcalde le costó solamente 8.5. A cualquiera que haya intentado comprar vivienda en Chihuahua le encantaría saber con qué inmobiliaria consiguió ese milagro.

En resumen, mientras unos hacen negocio desde el deporte y otros reinventan el derecho desde el micrófono, Chihuahua se sigue hundiendo en una mezcla de corrupción, abuso de poder y cinismo, donde el PAN local corre cada vez más cerca del descrédito total.